El COVID-19 ha cambiado la vida laboral: cómo y dónde las personas hacen su trabajo. Grandes empresas como Twitter y Facebook han anunciado que han dado a sus empleados la opción de trabajar desde casa permanentemente. Aunque no todas las empresas pueden hacerlo, sin embargo todas sí deben aplicar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para minimizar la transmisión y el contagio de la enfermedad.

Todo ello ha obligado a muchos dueños de compañías y a las oficinas de recursos humanos a pensar en el rediseño de los espacios de trabajo.

• La oficina socialmente distanciada: Así como continúa el trabajo, eventualmente lo hará la vida en la oficina. El desafío radica en la adaptación de los espacios de trabajo. Ello incluye la separación de 2 metros entre puestos y cubículos.
• ¿La vieja oficina es la oficina del futuro?: hace muchos años se dejaron atrás las oficinas y cubículos cerrados para cambiarlos por espacios abiertos. Esta puede ser una medida preventiva que se tome en las empresas. Al subir la tabiquería, disminuyes los riesgos de expansión del virus.
• Señalización: a las señales tradicionales que se usan en una oficina (“Extintor de incendios”, “Baños”) se pueden sumar marcas de distancia e incluso carriles en los pasillos. Otro enfoque es motivar a los empleados a caminar por su derecha, creando un flujo de movimiento unidireccional.
• Piensa en tecnología: aunque en un país como este es complejo, es probable que muchas compañías inviertan en tecnología que minimice el contacto y así reducir la transmisión de enfermedades.
• Abre las ventanas: una buena ventilación es clave para evitar el esparcimiento del COVID-19. Los filtros del aire son una buena opción, pero otra que no tiene costo alguno es mantener los ventanas y puertas abiertas para garantizar la circulación del aire.
• Pide escritorios limpios: como pasamos tanto tiempo en el trabajo, es normal que en el puesto de trabajo tengamos fotos familiares, juguetes, tazas o cualquier tipo de adornos. Pedir a tus colaboradores que no tengan objetos personales en el escritorio facilita la labor de desinfección del personal de limpieza.

Si siguiendo los consejos anteriores aun es complicado disminuir los riesgos para ti y tus colaboradores –y, por ende, para la empresa– el último paso es la remodelación. Para ello, asesórate con arquitectos y diseñadores de interiores que te ayuden a pensar en una oficina sana.