Cuando pensamos en hacer cambios en nuestro modo de alimentación, generalmente nos imaginamos las dietas estrictas, incómodas e incumplibles que todos hemos intentado alguna vez. Sin embargo, y pese a lo que podamos recordar, modificar nuestra alimentación para llevar una vida saludable, y que por ende nos conduzca a un envejecimiento sano, no es un camino lleno de espinas y obstáculos.
Un patrón de alimentación saludable no es una receta rígida. Más bien, es un marco que te permite disfrutar de comidas que satisfacen tus preferencias personales y se ajustan a tu presupuesto. Para fomentar el cambio:
- Todas las opciones de alimentos y bebidas son importantes, elije los que te gusten respetando un nivel de calorías adecuado para ayudar a lograr y mantener un peso corporal saludable, satisfacer las necesidades de nutrientes y disminuir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Concéntrate en la variedad, la densidad de nutrientes y la cantidad, elije una variedad de alimentos ricos en nutrientes en todos los grupos de alimentos en las cantidades recomendadas.
- Limita las calorías de los azúcares agregados y las grasas saturadas, y reduce la ingesta de sodio. Reduce el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Apunta a cantidades que se ajusten a los patrones de alimentación saludable.
- Apoya los cambios de los demás. Todos tienen un papel en ayudar a crear y apoyar patrones de alimentación saludable, en el hogar, la escuela y el trabajo, y en las comunidades.
- Haz tus compras con lista y elige de manera consciente: mira las calorías y nutrientes de los productos, no a modo de autocastigo sino para mantenerte informado y de esta manera poder balancear y tomar decisiones inteligentes.
Hay algo que tienes que tomar en cuenta: así como cuando corres un maratón o inicias un nuevo proyecto en el trabajo, no puedes dejar de lado la preparación mental. Es esencial. Tienes que programarte para comenzar un estilo de vida saludable: no es solo una forma de comer sino de actuar y pensar.
Por otra parte, también es importante que no te desanimes. Los cambios son progresivos y está permitido flaquear. Adoptar un estilo de vida saludable requiere de tiempo y dedicación. Busca apoyo y orientación médica de ser necesario. La clave está en la información, la consistencia y la constancia.